Los Chilaquiles son un plato tradicional mexicano, y a menudo se disfrutan como desayuno o almuerzo. Una auténtica receta de chilaquiles es la forma perfecta de llevar el sabor de México a tu mesa. Este plato tiene una base de tiras crujientes de tortilla, cubiertas con una deliciosa salsa y una variedad de ingredientes adicionales, como queso, aguacate, pollo y huevos.
La belleza de los chilaquiles radica en las infinitas posibilidades de personalización. Sin embargo, si buscas la receta de chilaquiles más clásica, no busques más. Esta receta es muy popular en el sur y tiene todos los ingredientes que necesitas para crear un sabroso y satisfactorio plato de chilaquiles.
Ingredientes:
- 12 Tortillas de Maíz
- 1 1/2 tazas de Salsa de Tomatillo Verde
- 1 taza de Crema Mexicana o Nata Agria
- 2 tazas de Pollo Cocido y Desmenuzado
- 1 Aguacate, en rodajas
- 1 taza de Queso Fresco o Cotija Rallado
- 1/2 taza de cilantro picado
- Sal y Pimienta Negra recién molida
Un poco de aceite vegetal para freír
Instrucciones:
Paso 1:
Precalienta el horno a 200°F para que puedas mantener calientes las tortillas mientras cocinas el resto de los ingredientes.
Paso 2:
Vierte suficiente aceite en una sartén grande para que alcance una profundidad de 1 pulgada. Calienta el aceite a fuego medio-alto.
Paso 3:
Con unas tijeras de cocina, corta cada tortilla en ocho trozos. Fríe las tortillas, unas pocas cada vez, en el aceite caliente hasta que estén crujientes y doradas. Sácalas con una espumadera y escúrrelas sobre papel de cocina. Mantenlas calientes en el horno mientras fríes el resto de las tortillas.
Paso 4:
Vierte el exceso de aceite de la sartén y añade la salsa de tomatillo. Cocine durante unos 5 minutos o hasta que la salsa esté caliente.
Paso 5:
Añada los trozos de pollo y cocine durante otros 5-7 minutos, o hasta que el pollo esté caliente. Sazone con sal y pimienta al gusto.
Paso 6:
Coloque los chilaquiles en una fuente grande para servir. Para ello, coloque las tortillas fritas en la base, la salsa y el pollo caliente sobre ellas. Termine espolvoreando el queso rallado y el cilantro picado por encima.
Paso 7:
Sirva con la salsa y la crema al lado, así como el aguacate en rodajas. Disfrútelos
¡Personalízalos a tu gusto!
La mejor parte de los chilaquiles es que no hay reglas a la hora de preparar este plato. Para una variación cremosa y sabrosa, puedes añadir una lata de frijoles refritos a la mezcla de salsa y pollo. Para darle un toque más picante, añade unos dados de jalapeños o pimientos habaneros a la salsa.
También es habitual servir los chilaquiles con un huevo encima. Fritos o revueltos y mezclados con el resto del plato, los chilaquiles con huevo son una comida abundante y satisfactoria.
Sea cual sea la receta que elijes, los chilaquiles serán un éxito en la mesa. Esta versión clásica está repleta de sabores y texturas que te transportarán a México. Tanto si los sirves para el brunch con amigos como si los preparas para una cena entre semana, los chilaquiles se convertirán rápidamente en el plato favorito de tu familia.
Un poco de aceite vegetal para freír
Instrucciones:
Paso 1:
Precalienta el horno a 200°F para que puedas mantener calientes las tortillas mientras cocinas el resto de los ingredientes.
Paso 2:
Vierte suficiente aceite en una sartén grande para que alcance una profundidad de 1 pulgada. Calienta el aceite a fuego medio-alto.
Paso 3:
Con unas tijeras de cocina, corta cada tortilla en ocho trozos. Fríe las tortillas, unas pocas cada vez, en el aceite caliente hasta que estén crujientes y doradas. Sácalas con una espumadera y escúrrelas sobre papel de cocina. Mantenlas calientes en el horno mientras fríes el resto de las tortillas.
Paso 4:
Vierte el exceso de aceite de la sartén y añade la salsa de tomatillo. Cocine durante unos 5 minutos o hasta que la salsa esté caliente.
Paso 5:
Añada los trozos de pollo y cocine durante otros 5-7 minutos, o hasta que el pollo esté caliente. Sazone con sal y pimienta al gusto.
Paso 6:
Coloque los chilaquiles en una fuente grande para servir. Para ello, coloque las tortillas fritas en la base, la salsa y el pollo caliente sobre ellas. Termine espolvoreando el queso rallado y el cilantro picado por encima.
Paso 7:
Sirva con la salsa y la crema al lado, así como el aguacate en rodajas. Disfrútelos
¡Personalízalos a tu gusto!
La mejor parte de los chilaquiles es que no hay reglas a la hora de preparar este plato. Para una variación cremosa y sabrosa, puedes añadir una lata de frijoles refritos a la mezcla de salsa y pollo. Para darle un toque más picante, añade unos dados de jalapeños o pimientos habaneros a la salsa.
También es habitual servir los chilaquiles con un huevo encima. Fritos o revueltos y mezclados con el resto del plato, los chilaquiles con huevo son una comida abundante y satisfactoria.
Sea cual sea la receta que elijes, los chilaquiles serán un éxito en la mesa. Esta versión clásica está repleta de sabores y texturas que te transportarán a México. Tanto si los sirves para el brunch con amigos como si los preparas para una cena entre semana, los chilaquiles se convertirán rápidamente en el plato favorito de tu familia.